17 dic 2013
La canasta navideña
Apareció en medio del caos.
Primorosa, envuelta en mil cintas de colores:
llena de frutas acarameladas
y graciosas figurillas.
Era una canasta navideña.
Que yació largamente en un rincón olvidado de la casa.
Nosotros, enfrascados en nuestras inquietudes,
ibamos y veniamos sin reparar en nada
papá estaba enfermo y era nuestra
única preocupación:
la navidad era ya un lejano recuerdo..
Pasó el alborto, pasó la navidad
Papá se nos fué
y la casa se sumió en la tristeza..
Etonces, agotados, atribulados por los
momentos vividos,
nos desmoronamos en un sillon ;
sin palabras, sin nada que alumbrara nuestra desdicha
y de pronto , como un destello,
los mil brillos de la canasta
iluminaron nuestras tristezas.
Alguien se había acordado de nosotros
esa navidad.!..
Nunca descubrimos quien
nos arrancó esa sonrisa,
quien hizo brotar una alegría
en nuestro corazones destrozados.
Desde entonces;
tantas navidades han pasado
y aún recuerdo la mano
amiga que alegró nuestra tristeza
esa navidad..
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